Primeras Impresiones Icarus (Tercera Beta)

Primeras Impresiones Icarus (Tercera Beta)

Os traemos unas nuevas primeras impresiones basadas en la tercera beta del survival Icarus, donde hemos visitado el nuevo bioma en la misión Icebreaker, con el objetivo de cazar un mamut y llevarnos su colmillo de vuelta al espacio. Te contamos qué nos ha parecido este bioma y qué nos han parecido los cambios que se han producido de la segunda a la tercera beta.

Este artículo está incluido en el Especial Icarus, donde podrás encontrar valoraciones, guías y más artículos sobre el título.


Bioma de nieve

Para empezar, el gran protagonista de esta tercera beta era el bioma nevado. Durante las dos anteriores estuvimos exclusivamente en el bosque y, aunque en las tres ocasiones hemos podido ver una zona diferente de este bioma principal, en todas ha sido más o menos igual. Sin embargo, a lo largo de este fin de semana, hemos podido aventurarnos en el nuevo territorio, con unas sensaciones un poco agridulces.


Cambios notables en la ambientación y jugabilidad

Para empezar, a nivel de ambientación hemos notado una diferencia considerable, no solo por el evidente cambio en la paleta de colores sino también por las sensaciones que tienes una vez llegas al nuevo territorio. No nos encontraremos con el bioma del bosque pintado de blanco sino con un páramo inhóspito. Un desierto helado con carencia de toda clase de vegetación y de fauna, a excepción de los lobos, que aquí son legión.

Hay una diferencia notable de personalidad en ésta área del juego, como ya hemos mencionado, tanto a nivel de estética y ambientación como a nivel de jugabilidad: será la primera vez que tengamos frío de verdad, lo cual nos obligará a vestir ropa de pelaje o lidiar con el frío constantemente. Tendremos que cuidar la hora en la que viajamos, porque las temperaturas bajarán considerablemente cuando se acerque la caída del sol, y además haremos bien en tener cuidado de las tormentas, ya que aquí tendremos algunas nuevas. Y, casi todas, implicarán una muerte por congelación salvo que estemos a cubierto, al lado de una o varias hogueras.


Manadas de lobos

Sin embargo, todo esto queda en un segundo plano, pues los auténticos protagonistas de esta zona son los lobos. Pero si estás pesando en los lobos del bioma del bosque, ¡olvídate! Aunque de aspecto son exactamente iguales, aquí en la nieve aparecen en packs enormes y se llaman entre ellos. Además reaparecen a un ritmo tan alarmante e irreal que hace pensar que los del equipo de balance del juego nos están tomando el pelo.

Aunque la sensación de peligro que esto genera es buena, y nos hace pensar con cuidado y medir nuestros pasos, la marabunta de lobos nos deja la impresión de que el equipo de desarrollo ha optado por el camino fácil para generar dificultad. Sí, es difícil, como debe ser, pero tramposo… no es una dificultad que surja naturalmente.

Y estos son solo unos pocos. Cuando salimos había más del doble fuera.

El problema no es en sí la cantidad de lobos sino que la reaparición constante da la sensación de que hay infinitos y no permite un planteamiento estratégico para hacer frente al problema. Liquidas a varios en un cuello de botella y cuando vas a pasar han spawneado 7 más.


Misma fauna

Además de este problema con los lobos, nos encontramos, otra vez, con la sensación de falta de fauna: otra vez, la fauna hostil queda reducida a lobos y osos. Lo cual se antoja un poco pobre. Habríamos agradecido poder ver alguna clase de nueva criatura (aparte del Boss mamut).

Ni siquiera parece razonable en cuanto a que… ¿de qué se alimentan esos lobos? ¡No hay ni ciervos en este bioma!


Escasez de todo

Olvídate de conseguir recursos como habitualmente, no hay de nada, no encontraras fibra, nada de comida que no sea la carne de lobo (u oso). Conseguir madera es complicado dado que no hay árboles, tan solo unos cuantos restos por el suelo… Para no haber no hay casi ni modelos nuevos. La escasez se manifiesta en, prácticamente, todos los departamentos. No solo en las criaturas sino también en las mallas que configuran el entorno: apenas unos pocos modelos de rocas nuevas y lo demás todo terreno blanco.

Mismo caso se produce en la jugabilidad: no hay materiales nuevos, a excepción de lo que da el oso polar. No hay minerales nuevos, ni formas alternativas de conseguir los mismos. Eso sí, hay cuevas con grandes cantidades de dichos materiales. Sin embargo, dada la inexistencia de vehículos (al menos de momento), el mero hecho de intentar dar viajes para llevarnos materiales al otro bioma resulta, cuanto menos incómodo y pesado.

Territorio inhabitable

Como ya hemos mencionado, no solo no hay novedad en cuanto a materiales sino que hay carencias de casi todo e inexistencia de fibra, por lo que la nieve se convierte en un bioma en el que no parece posible construirnos una base y vivir a largo plazo. Es más una zona de paso en la que cumplir misiones y salir.


El boss

Por último y hablando del objetivo final de la misión, nos encontramos con un mamut gigante al que debíamos matar para obtener su colmillo. Poco se puede decir de este combate, dado que, simplemente, se trataba de un saco de vida al que disparar mientras huíamos de él…. o él huía de nosotros. Una vez más teníamos la sensación de estar ante una dificultad artificial y poco inspirada como en el caso de los lobos. En esta ocasión, un saco de patatas que no requería de ninguna clase de estrategia más que gastar balas que, además, por algún motivo misterioso, nunca hacían golpes críticos.


Conclusión

Un nuevo bioma un poco pobre con grandes necesidades de ajustes y balance. Sin embargo, con una ambientación conseguida y muy diferente a la del bioma del bosque. Las sensaciones son agridulces. Aun así, le pasa como a todo el juego: tiene un gran potencial si se van corrigiendo estos errores y estos problemas de balance. Eso sí, ¡Hace falta más fauna y una mayor interacción entre dicha fauna!


Cambios con respecto a la beta 2

Además de añadir el bioma de la nieve, en la beta 3 ha habido considerables cambios con respecto a la anterior.

La subida de nivel es más lenta

En primer lugar, la ganancia de experiencia ha sido considerablemente reducida. Ahora la subida de nivel es bastante más lenta. Esto no es algo grave ya que, en principio, si salimos del planeta, conservamos nuestros personajes y no tendremos que volver a pasar por la subida de nivel.

Ahora bien, el problema no es en sí que se suba de nivel lento sino que se siente artificioso. Talar madera sin parar y apilarla, fabricar vendajes como si no hubiera un mañana y disparar a todo lo que se mueva: la subida de nivel no fluye. Tienes la sensación de que el juego te fuerza a repetir actividades de forma antinatural para rascar puntos de experiencia. Tal vez esto se podría arreglar con grandes bonus de experiencia de “descubrimiento”: otorgándonos puntos de xp cada vez que nos encontremos con algo nuevo: nuevos árboles, nuevos minerales, nuevos animales o cada vez que fabriquemos por primera vez alguna receta. Esto invitaría al jugador a realizar nuevas actividades en lugar de repetir sistemáticamente una y otra vez las mismas.

En todo caso, esta subida de nivel más lenta también tiene sus puntos positivos como la utilización de recetas anteriormente inútiles: como las construcciones de paja. Al tardar más tiempo en llegar a nivel 5, uno se puede plantear la posibilidad de recurrir a un refugio temporal de tier bajo. Siguen sin ser recetas excepcionalmente útiles pero al menos ahora te planteas su construcción.

Más puntos de tecnología y talentos

Esto también lo posibilita el hecho de que ahora ganemos más puntos de tecnología. En lugar de 3, recibiremos 5 puntos por nivel, lo cual nos permitirá mucho más margen de maniobra e investigación, y por fin dejaremos de sentir que la elección de recetas es una cuestión de vida o muerte.

En lo relativo a los talentos, seguiremos obteniendo 1 por nivel pero recibiremos un extra por cada 10 niveles que subamos. Lo cual también hace más manejable el tema de los talentos. Aun así tenemos la sensación de que todavía no han dado con la tecla en lo referente al árbol de habilidades.

Mayor escasez de recursos

Otro detalle que ha cambiado respecto a la beta anterior es que ahora hay una mayor escasez de recursos para minar. Sobre todo en el bioma del bosque. Los minerales no solo no respawnean (o al menos esa sensación tuvimos) sino que hay una menor cantidad de cuevas de las que sacarlos.

Nos construimos prácticamente encima de esta entrada secreta a una cueva, y no la descubrimos hasta mitad del segundo día.

Esta escasez de recursos se resuelve a favor de una mayor necesidad de exploración pero también se siente demasiado limitante a la hora de investigar nuevas recetas y experimentar. Esto, claro está es si no utilizas mapas interactivos o información de otros jugadores. En nuestro caso no usamos ningún recurso extra y nos sentimos un poco limitados. No obstante, nos gusta el énfasis en la exploración.

Mejor distribución de las zonas y criaturas hostiles

Además, en esta beta hemos podido notar un mejor balance de las distintas zonas. En el área de aterrizaje e inmediaciones la población de criaturas hostiles era inexistente, a diferencia de en betas anteriores. Además, los niveles de todas las criaturas iba aumentando escalonadamente según nos alejábamos de la zona de aterrizaje.

También la población de osos ha disminuido considerablemente, convirtiéndose ahora en una excepción y no en la norma, como era en betas anteriores.

Tanto mejoras como problemas técnicos

Por último, desde un punto de vista técnico, hemos notado una considerable mejora a nivel de rendimiento gráfico con la “optimización de Nvidia” activando el Gforce Experience.

Por contra, durante toda la beta se ha mantenido un problema grave de memoria que provocaba que, cada cierto tiempo hubiera que cerrar el juego y volverlo a abrir, ya que este se quedaba congelado.

Conclusión

En líneas generales, estamos bastante contentos con la evolución del juego de una beta a otra. Seguimos creyendo que hay mucho trabajo por delante pero el equipo de Icarus nos muestra buenas mejoras de una semana a otra. Aun así, van a tener que trabajar un poco más ése bioma de la nieve.

Así que, si te gusta el estilo survival, el juego es bastante divertido. Te recomendamos, al menos, probarlo si tienes la ocasión.


Con esto acabamos las primeras impresiones de la tercera beta de Icarus. Si te interesan otras primeras impresionesvaloraciones análisis de juegos u otras categorías te invitamos a echarles un ojo. Te recordamos que el creador de Icarus es también el creador de Day Z, por si te interesa echarle un vistazo a nuestro análisis o guía básica de su otra obra.


Juegos similares o expansiones que te podrían interesar:

*Utilizando nuestros links de afiliado nos ayudas a crecer y no suponen un coste adicional para ti.



Volver al Especial Icarus