Netflix nos trae una vez más un thriller palomitero que combina el género con algo de ciencia ficción y algunos giros de trama. ¿Que qué nos pareció El lado siniestro de la luna? Te lo contamos a continuación.
Índice
Argumento
El lado siniestro de la luna nos cuenta la historia de un policía de Filadelfia, Locke (Boyd Holbrook), que persigue durante toda su vida a un asesino cuyos crímenes desafían toda explicación lógica.

Suena tan apasionante como genérico y así es la cinta. Con una premisa como esta, hemos podido ver una cantidad abrumadora películas durante toda nuestra vida. El típico policía obsesionado con un crimen que no pudo resolver.
Pero como ya hemos dicho antes, el filme decide dar un paso más y añade cierta componente de ciencia ficción que no mencionaremos a fin de no destripar las sorpresas.
Trama
Nos encontramos ante una apuesta genérica y palomitera de Netflix. El guión, tímido, se aleja de opciones transgresoras tirando la piedra y escondiendo la mano. Y esta piedra que tira, siguiendo la metáfora, es más bien arenilla. Vemos algún ligero intento de crítica social, un poco de manual, pero parece que utiliza la crítica como medio para dar verosimilitud a la trama más que como fin en sí misma.



Quizás el mayor acierto del guión sea su buen trabajo en la moderación. Es consciente de qué es y no tiene aspiraciones de grandeza. Parece que su mayor objetivo es el entretenimiento puro y duro, y eso es cierto que lo consigue.
En todo momento nos mantenemos interesados por cómo se desarrollará la historia que nos están contando y por qué está sucediendo. No obstante, intenta no hilar demasiado fino o verás el truco del prestidigitador.
Personajes y actores
El elenco de esta cinta es discreto, hace gala de actores decentes sin moverse en el sector del all-star de Hollywood. Si bien es cierto que estos actores no desentonan. Cumplen con su papel discretamente, representando a personajes poco memorables.
Quizás la frase que mejor defina a este departamento de la cinta es: “otro día más en la oficina”.
Del mismo modo que el guión, correctos, discretos.



A nivel artístico y técnico
También el propio de una producción con estos objetivos: conservador, discreto.
Podríamos hablar de fotografía, banda sonora, montaje, edición de sonido, pero lo mejor que se puede decir es que lo olvidarás en el momento en el que acabe la película, pero por suerte nada chirría demasiado, a excepción de los efectos especiales.
En el departamento de efectos especiales vemos que la cinta se queda un poco corta para las demandas de la ciencia ficción y tiene el mismo efecto en nosotros que masticar un filete duro y algo quemado. Puedes comerlo pero… pero…
En conclusión
Un film correcto. Gris. Alabar del mismo un comienzo impactante y frenético que va decayendo hasta una conclusión manida, que nos deja una sensación de dejà vu no pretendida.
Adolece de una componente política y de crítica social bastante torpe y simplista que ejerce de excusa para sustentar el guión. Y, aun a pesar de ser torpe ha molestado a algunas personas.
No te la recomiendo si lo que buscas es un thriller intenso centrado en la investigación al más puro estilo de algunas obras de Fincher.
Sin embargo, si lo que buscas es pasar una tarde entretenida, sin pretensiones, que te de una excusa para comer algunas palomitas, y estás dispuesto a poner de tu parte, esta peli te puede servir.
Ficha técnica
Dirección: Jim Mickle
Guión: Gregory Weidman, Geoffrey Tock
Reparto: Boyd Holbrook, Cleopatra Coleman, Bokeem Woodbine
Duración: 1h 55 min
Género: Misterio, Ciencia Ficción, Policiaca