Llega uno de los títulos más esperados del año, de la mano de Sucker Punch, pero… ¿Cómo ha aterrizado? ¿Cumple con las expectativas? ¿Está a la altura? ¿Merece la pena? Aquí te detallamos nuestra experiencia con este análisis de Ghost of Tsushima.

Índice

Aviso inicial

Es evidente que este análisis llega bastante tiempo después de que haya salido el juego y esto es poco frecuente en las críticas.

Sin embargo, queríamos dar una opinión meditada y profunda que hiciera justicia al tiempo que ha costado desarrollar el juego, y no una opinión rápida fruto de rushear.

Así pues, este análisis surge después de haber jugado muchas horas al juego. Y de muchas horas paseando por el escenario, fotografiándolo, componiendo haikus tranquilamente… Y no solo tras muchas horas de juego sino también tras muchos descansos para digerirlo, y tras muchas discusiones sobre el título dentro del equipo del blog.

¿Qué es Ghost of Tsushima?

Nos encontramos ante un título de acción y aventuras en mundo abierto que gira en torno al último samurái durante la primera invasión mongola a Japón.

La historia se centra en Jin Sakai, quien tras sobrevivir a la citada primera invasión, deberá adaptarse a un nuevo estilo de combate, el camino del fantasma, alejado del código del samurái, para sobrevivir, derrotar a las fuerzas mongolas y luchar por la libertad de Tsushima.

Bajo esta premisa, la obra da libertad al jugador para explorar la isla a su antojo y hacer frente a la fuerza invasora, utilizando cualquiera de los dos estilos de lucha: podrá recurrir al enfrentamiento directo o bien al subterfugio, a la hora de completar quests, reconquistar áreas de la isla y progresar en la historia.

Premisa típica, desarrollo sublime

Tanto la premisa como el género del juego no reinventan la rueda: nos encontramos ante la experiencia habitual del mundo abierto que ya hemos visto en más ocasiones y, tras un comienzo considerablemente sobre raíles, somos abandonados a nuestra suerte en un entorno enorme a explorar, con montones de actividades a realizar, como viene siendo habitual en este tipo de juegos de mundo abierto.

Lo que sí es interesante es el hecho de que desde el primer momento que tomamos las riendas de la exploración, nos damos cuenta de que estamos ante algo espectacular. Y es que, en Ghost of Tsushima, cada uno de sus apartados ha sido tratado con suma pericia y delicadeza: desde la jugabilidad hasta la historia, pasando por un diseño de escenarios que, a nivel estético, es uno de los mejores que he visto en toda mi vida.

Jugabilidad

La jugabilidad es el primer punto en el que Ghost of Tsushima brilla. Como mencionábamos en el párrafo anterior, tras una introducción de la historia y tutorial, nos dejan libertad para explorar una isla enorme en la que podremos decidir si avanzar en la historia completando los relatos principales, mejorar nuestra reputación realizando actividades de reconquista contra los mongoles o simplemente explorar el mapa en busca de secretos, leyendas, mejoras de equipo, etc…

Ahora bien: todas y cada una de estas actividades resultan satisfactorias.

El simple hecho de desplazarte por el escenario, que en otro juego sería algo común, aquí se convierte en ejercicio extremadamente satisfactorio dada la calidad absolutamente excepcional del diseño de escenario. Aunque de esto ya hablaremos más tarde.

Asimismo, además de satisfactorio a nivel estético, el hecho de explorar no solo es un fin en sí mismo, sino que resulta práctico a nivel de jugabilidad. Y es que la exploración da lugar a la obtención de nuevo equipo, mejoras para el personaje, para sus armas, la obtención de nuevos talismanes, documentos, artefactos mongoles, etc…

La oferta de actividades en el mapa es lo suficientemente variada como para que nos podamos pasar montones de horas recorriendo cada esquina del mismo y descubriendo todos los secretos que oculta. Entre estas actividades destacan especialmente la reconquista de campamentos y territorios mongoles, los enfrentamientos con patrullas itinerantes o estáticas, el descubrimiento de aguas termales en las que meditar y así aumentar permanentemente nuestra vida, zonas donde cortar bambú y mejorar nuestra determinación, lugares donde componer haiku y obtener una cinta acorde con la temática del poema… Y muchas otras actividades que mejor no adelantar y que las veas por ti mismo, pero todas ellas, como hemos mencionado arriba, con una recompensa que aporta a nivel de juego.

Para que no sea la exploración abrumadora, dada las dimensiones del mapa, cuando estamos cerca de puntos de interés, podremos seguir a unos pájaros que nos llevarán al lugar por descubrir. De manera que no tengamos que perder tiempo innecesario.

Combate

El combate es uno de los elementos más frecuentes, obviamente, durante el transcurso del juego. Un sistema combate, por lo general, bastante decente y divertido aunque con unas habilidades demasiado poderosas para el desafío presente en el juego.

Combate como samurái

En la contienda, utilizaremos a Jin Sakai en calidad de samurai, cuando así lo queramos, para enfrentarnos directamente y de cara a nuestros adversarios.

Típicamente, iniciaremos desafiando al enemigo a un enfrentamiento, en el que mantenemos pulsado el triángulo hasta que el enemigo ataque. Si lo hacemos correctamente, nuestro adversario morirá y tendremos un enemigo menos que derrotar. Eso si no tenemos mejorada la habilidad de duelo, porque de mejorarla podemos matar a muchos enemigos en un simple enfrentamiento.

Tras el enfrentamiento iniciará una refriega normal contra los adversarios restantes, utilizando todo nuestro arsenal de posturas, sendas para los tipos de arma enemiga: postura de piedra para espada, postura del agua para enfrentar a escudos, etc…

El combate es rápido y acaba en unos pocos golpes de espada. Cuenta con esquivas, parry y rodar. Adopta un sistema de postura que podría recordar de lejos al del Sekiro, donde nuestro principal objetivo consiste en romper la postura de nuestro adversario.

Puede resultar un poco molesto el hecho de que no disponga de un sistema de target (no podemos fijar a nuestro objetivo). No obstante, parece ser que es una decisión creativa después de analizar el estilo de lucha samurai, por parte del equipo de desarrollo.

Combate como fantasma

De otra parte, podemos utilizar el subterfugio para eliminar enemigos sin ser vistos y, para eso, utilizamos las técnicas de fantasma, que nos permitirán matar a enemigos de un golpe o despistarlos el tiempo suficiente para que no sea necesario acabar con ellos.

Hay que tener en cuenta que no tienes que escoger entre un estilo u otro. Puedes bascular ambos sin que estos sean excluyentes.

Además de la katana para la refriega y el tanto para los asesinatos sigilosos, también dispondremos de otras armas a distancia.

El veredicto sobre el sistema de combate es que es extremadamente divertido e intenso. Sin embargo, como mencionábamos antes, el uso de todas las herramientas de que dispone Jin, pueden hacer el juego demasiado fácil incluso en nivel difícil.

Historia

En lo tocante la historia del juego hay que decir que es bastante clara y directa. Los mongoles invaden Japón y tú intentas salvarlo. Grosso modo esta es la historia, sin florituras ni complicaciones a simple vista, ni sorpresas enormes y grandes giros de trama.

Sin embargo, es una historia simple solo de apariencia, ya que la profundidad llega a través de los relatos que podemos realizar de cada uno de los distintos personajes con que nos encontramos.

En estos podemos encontrar toda clase de planteamientos interesantes que salpimientan la trama principal y le dan profundidad y susceptibilidad a debate moral y filosófico adicional.

Más aun, hay una gran cantidad de ópticas sobre las propias acciones del protagonista y sus métodos de fantasma, alejados del camino del samurái.

Hay una sorprendente y elegante profundidad detrás del planteamiento simple que parece tener la historia y los personajes que la componen son extremadamente humanos y realistas. Estos son capaces de ser memorables sin necesidad de recurrir al histrionismo o a los clichés.

En general, nos encontramos ante una buena historia, interesante y épica a partes iguales que rechaza las complicaciones directas optando por una óptica madura, moderada y con un tempo fantástico.

A nivel técnico y artístico

Wow. Simplemente genial. Todo lo que pueda decir sobre estos departamentos se queda corto, ya que el juego, tanto desde un punto de vista artístico como en su ejecución técnica es espectacular.

Iniciaré diciendo que, en torno a la mitad del juego, un servidor llevaba más de 500 fotografías realizadas durante el transcurso de la partida. Y es que el diseño del escenario es indescriptible.

Escenario

Resulta desconcertante el hecho de que da igual adónde vayas, cómo te coloques, si miras a tu alrededor verás poesía visual. Verás el encuadre de una foto perfecta, unos colores y una iluminación increíble. Pero no solo esto, cada ubicación del mapa es única y diferente a las demás. Nunca tienes esa sensación de dejà vú mientras recorres la isla de Tsushima.

Además, resulta casi mágico el hecho de que puedas coger un sitio al azar del mapa y con toda certeza, ese sitio escogido al azar es absolutamente impecable a nivel visual.

Es cierto que el juego destaca en muchos campos, pero si hubiera que destacar uno sería el diseño de escenarios. Creo que el juego merece la pena aunque solo sea para pasear por la obra de arte que ha creado el equipo de diseño de Ghost of Tsushima.

Diseño de personajes

Mención también especial al equipo de diseño de personajes, bastante decente aunque muy ligeramente eclipsado, por un entorno tan abrumador. Sin embargo, sobresaliente también. Destacar los modelos de armadura y, en general, vestuario del protagonista.

Apartado técnico

El equipo técnico, por su parte, no se queda atrás y los diez millones de hojas, árboles, hierbas, flores, partículas, niebla e iluminación volumétrica que se combinan, no son capaces de hacer caer los FPS de PS4 Pro.

El título, en general, funciona bastante bien desde un punto de vista técnico y, aunque en ocasiones pueden tener lugar algunas situaciones extrañas o darse algún que otro bug, ninguno es particularmente significativo o hacen que la obra se resienta.

Esto es especialmente notable si tenemos en cuenta la magnitud del juego.

Música y efectos de sonido

Tampoco se queda atrás el diseño y la mezcla de sonido así como la banda sonora, que acompañan magistralmente nuestros periplos por el mapa con un balance excepcional entre los momentos de protagonismo de los toques musicales y los de ambientación sonora del escenario.

Es un placer sentarse a componer Haiku mientras escuchamos la banda sonora, así como el simple hecho de escuchar el viento silbar entre los árboles o el sonido de la madera de la saya al envainar la katana.

Hay que estar agradecidos a Sucker Punch por deleitar nuestros sentidos en todos los aspectos de Ghost of Tsushima.

Sobre la dificultad

Resulta conveniente hacer también mención a la dificultad del juego, dado que mucha gente tenía algo de miedo a que este juego caminara la senda del Sekiro y fuera abrumador.

Todos los que pensaban esto pueden quedarse tranquilos ya que el juego dispone de cuatro niveles de dificultad: fácil, medio, difícil y letal (recientemente añadido). Puedes ir cambiando el nivel de dificultad sobre la marcha sin ningún problema.

Pero en todo caso, aun jugando en modo difícil, el juego es bastante asequible y la dificultad no parece ser uno de los pilares sobre los que se erige el juego.

Sobre la duración

Según se indica en HowLongToBeat, el juego dura en torno a unas 22 horas. Sin embargo, esta información puede dar una sensación muy equivocada.

Si no te dedicas a correr a través de la historia y exploras con calma el mapa, completas los relatos, mejoras tus armas… el juego es considerablemente largo. Se habla de unas 50 horas y aun así me parece poco, según mi experiencia directa con el juego.

En cualquier caso, no tienes la sensación de que el juego se haga corto o sea poco completo, sino todo lo contrario. Salvo, claro está, que te dediques a rushear y te saltes la mitad del juego porque “es opcional”, como hemos mencionado antes.

Conclusión

Creo que puedo decir, sin lugar a equivocarme, que Ghost of Tsushima es uno de los mejores juegos del año. Divertido en su jugabilidad, con altas dosis de exploración y libertad, interesante en su historia, magistral en su estética.

Sin embargo, debes tener en cuenta que es notablemente diferente a otros títulos con una temática/ambientación semejante como Sekiro o Nioh. Aunque este tiene en cuenta el estilo de combate y algunos puntos del primero, el juego se siente espiritualmente más cercano a un Assassin’s Creed (pero aun así también queda lejos).

Por lo general, me atrevería a decir que recomiendo este juego a cualquiera y no veo motivo alguno por el cual no recomendarlo.

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